Joya del Compañero
Nuestra joya merece que le prestemos atención. Llegada la Exaltación, al Compañero del Santo Arco Real se le entrega una joya “como prueba de nuestra aprobación”. Es parte muy importante del atuendo que debe ser llevada únicamente sobre el corazón, al lado izquierdo del pecho, siendo la primera joya antes que cualquier otra. Asimismo, debemos recordar que ésta puede usarse en los trabajos del Simbolismo, como aquél que conoce una palabra más que aduce a la palabra perdida. La joya debe ser de oro, y dependiendo del Grado dentro de la Orden del Santo Arco Real de Jerusalén, podrá ser tricolor para los Grandes Oficiales, roja para aquellos que hayan sido instalados como Principales y blanca para los Compañeros no instalados.
La joya del Compañero
En ella observamos dos triángulos equiláteros entrelazados, circunscritos a dos círculos concéntricos. Es a partir de aquí donde empezaremos este pequeño estudio. Estructura de la Joya Los triángulos entrelazados que observamos en ella pertenecen a la dualidad de la enseñanza iniciática y cuya dinámica consiste, sin lugar a dudas, en vincular el cielo y la tierra, lo visible y lo invisible; la naturaleza dual del hombre, material y espiritual. Todo ello sucede en el Arco Real durante la Apertura y el Cierre del Capítulo. Se presenta por uniones de tres: tres Principales, tres Viajeros (Moradores Sobrestantes), tres Luces Menores y tres Mayores. Estos dos últimos tríos entrelazados alrededor del Altar, cuya base es un cubo doble; de la misma manera, tres grupos de tres sílabas, a las que no me referiré pues ya lo tratamos en el anterior número de El Morador. Podemos observar que el Sol está en el centro coronando un triángulo; en su base, un compás abierto a 60º traspasa los límites para llegar a la representación de la Luna. En cuanto a los círculos concéntricos, el interior denota a la Deidad, a Su omnipotencia; el círculo exterior representa la Eternidad, por lo que estamos hablando en términos de tiempo.
Anverso
Debajo de los círculos concéntricos y la cinta hay una triple TAU: este símbolo, por tres, adorna de manera triangular, aunque separados, el mandil de los Maestros Instalados en las Logias Simbólicas. Más adelante encontraremos importantes detalles adicionales al respecto. La Tau es la marca que el texto del noveno capítulo de Ezequiel deja entrever. El significado directo para los Compañeros del Santo Arco Real es Templum Hierosolym, o Templo de Jerusalén, superponiendo la T sobre la mitad de la H; así, el Compañero se reconoce a sí mismo como un siervo del Dios Verdadero; en este sentido, el que verdaderamente funda la ciudad del alma. La T hermética es un jeroglífico antiquísimo que denota la triuniesencia del D. V. E. A.; geométricamente hablando, contiene ocho ángulos rectos, dos en cada línea exterior y otros dos en el punto de unión en el centro. El detalle más relevante son las inscripciones que aparecen tanto en los círculos concéntricos como en la superficie de los triángulos entrelazados; éstos se representan por los puestos ocupados por las luces menores y mayores alrededor del Altar (Pedestal) del Capítulo.
Y pasamos a examinar el simbolismo de la parte inferior a la superior. En el inferior de la joya hay un lazo con una inscripción, traducida como “Nada se quiere sino la llave”: Nil nisi clavis deest. La inscripción entre ambos círculos concéntricos dice: “Si comprendes lo que sigue ya sabes lo suficiente”: Si talia jungere possis sit tibi scire satis. El triángulo que apunta hacia arriba, el que representa lo espiritual, encontramos la misma frase en inglés, griego y latín; We have found Σγρεκαεη Invenimus en cada lado del triángulo, siempre empezando desde el lado izquierdo, dependiendo de la perspectiva. El significado es “Lo hemos encontrado”. No necesitamos especular más que el parecido que tiene con el nombre de Hiram (Khurûm). En el triángulo que representa lo material nada hay escrito en su base; en los otros dos lados traducimos como “Siervo de Dios”: Cultor Dei; “Ciudadano del Mundo”: Civis Mundi.
Consideremos ahora el reverso de la joya.
La misma doble tríada nos acompaña. Grabado en latín leemos Deo Regis Fratribus en ascenso; en descenso, Honor Fidelitas Benevolentia. La lectura secuencial de esta frase extraída del Poema Regius (siglo XIV) es: Deo Honor A Dios, Honor Regi Fidelitas Al Rey, Fidelidad Fratribus Benevolentia A la Hermandad, Amor En el triángulo que apunta hacia abajo, lo que podría resultar extraño a primera vista, están Wisdom (Sabiduría), Strength (Fuerza), Beauty (Belleza). Son los significados de los tres pilares de la Logia Simbólica, que como sabemos, representan a S. R. de I., al H. R. de T. y a H. A. Sin embargo, nos atrevemos a decir que este sentido, aparentemente inverso, denota las tres cualidades de la Deidad: Omnisciencia, Omnipotencia y Omnipresencia, dirigiéndose estas hacia lo material y que escuchamos durante la Apertura del Capítulo. Las otras tres, Concord (Concordia), Truth (Verdad), y Peace (Paz) apuntan hacia lo alto, recomendando una forma de vida para todo hombre de bien llevando consigo el salario percibido. También encontramos la palabra Exalted (Exaltado) en el lazo, dejando el otro lado extrañamente vacío. En un antiguo manuscrito del Santo Arco Real se lee: “Las tres Luces menores representan la luz moral y religiosa extraída de los profetas; las tres mayores, el gran misterio de la Trinidad, que cada prudente trío deberá más bien convertirlo en tema de su meditación privada en vez de hacerlo accesible al público”. En relación con la forma que tienen las Luces, el discurso del Segundo Principal nos dice: “...también sirve para ilustrar la joya usada por los Compañeros, cuyas intersecciones forman un número de ángulos; estos deben observarse en cinco combinaciones diferentes, y al reducirse a su cantidad de ángulos rectos, observareis que será igual a los Cinco Cuerpos Platónicos regulares, que representan los cuatro elementos y la esfera del universo”.