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El Arco Real es en su origen un ritual iniciático desarrollado al margen de los rituales de los Antiguos Deberes y la Palabra de Masón. Poco sabemos de sus orígenes, salvo el hecho de que su mito fundacional, la leyenda de Enoc, estaba sumamente extendido en las islas británicas durante la primera mitad del siglo XVII
debido a Jhon Dee y Edward Kelly. Tanto F. de P. Castells como Jhon Yarker sostienen que el Arco Real llegó a Inglaterra a través del contexto capitular y el grado de Harodim, aunque realmente no hay documentación concluyente para sostener esta tesis. La Logia de Ennniskillen (Ulster) posee un medallón que ostenta la fecha de 1516 y sobre el que aparecen grabados el símbolo del Arco Real, el Arco, la Escuadra y el Compás, y las iniciales del rey Salomón (K-S), Zorobabel (Z), Ageo (H, Haggai en inglés) y Josué (J). No obstante, es muy posible que, a pesar de la inscripción de dicho año, el medallón sea de una etapa posterior, dado que incluso el mito de Enoc es posterior a esa fecha (la leyenda de Enoc surge hacia 1610).
Castells afirma que el Arco Real, tal y como lo conocemos hoy en día, se trabajaba ya en Irlanda en una etapa tan temprana como 1725, afirmación que viene legitimada por el artículo publicado en el diario Faulkner´s Dublin Journal, que describe una procesión de la Logia Nº 21 celebrada en Youghal el 27 de diciembre de 1743 (día de San Juan). Pensemos, para hacernos una idea del grado de desarrollo simbólico que implican los eventos descritos por el periódico, que en 1743 todavía había logias en Escocia que no trabajaban el mito de Hiram Abiff, que nadie había sido exaltado al Arco Real en suelo inglés (la primera exaltación registrada tuvo lugar el 4 de marzo de 1752 en York), y que las leyendas de Josué y Jefté no habían entrado todavía en el Segundo Grado de los Modernos. El Faulkner´s Dublin Journal ofrecía la noticia de una procesión masónica portando el Arco Real por las calles de Youghal: “La primera salutación recibida tras la salida del Templo fue a cargo de los navíos de guerra amarrados en el muelle, los cuales, engalanados con sus banderolas, dispararon salvas (…) En cuarto lugar de la procesión se encontraba el Arco Real portado por dos Excelentes Maestros (…)”.
En los orígenes del Arco Real, la logia seguramente representaba la totalidad del Antiguo Testamento desde Adán hasta el Segundo Templo. Esto implicaba que, con anterioridad al retorno desde Babilonia y la reconstrucción del Templo, debía tener lugar el descubrimiento del Libro de la Ley por parte de Hilcías durante el reinado del rey Josías. En la subdivisión de ceremonias que tuvo lugar, no obstante, el ritual que sobrevive todavía en Irlanda ha mantenido el hallazgo de la Ley por parte de Hilcías, excluyendo los sucesos posteriores; mientras en Inglaterra y Escocia se ha perdido todo rastro del descubrimiento del Libro de la Ley durante el reinado de Josías, habiendo perdurado en la memoria el acontecimiento similar bajo Zorobabel, Ageo y Josué. Los grados de Excelente Maestro y Super-Excelente Maestro hacen referencia a la revelación que Dios confió a Moisés y a la misión que le fue encomendada por Él en dicha ocasión, del mismo modo que cuando consideramos los Signos empleados por los masones del Arco Real comprobamos que fueron extraídos del relato que nos proporciona el Volumen de la Ley Sagrada de la experiencia de Moisés en el monte Horeb (o Sinaí). Esto se debe a que dichos grados han comenzado a existir al dividir el Arco Real, su progenitor común, el cual comprendía originalmente la conmemoración de los Tres Grandes Originales.