Herramientas
Entendiendo que los cimientos simbolizan la base litúrgica de la tradición judaica, nos encontramos actualmente buscando los fundamentos de nuestro templo, escarbando en nuestros escombros, levantando y fortaleciendo nuestros cimientos. Justamente, e identificándose aquel nuevo rol; es cuando el C. del Real Arco debe, nuevamente retomar consciencia puesto que los Moradores entregan nuevas herramientas
, diferentes de las conocidas en el “craft” o “masonería simbólica” para tal efecto, al candidato se le es entregado las siguientes herramientas: el pico, la pala y la palanca. Permitidme hacer una breve descripción de cada una de ellas:
El Pico, es la herramienta de trabajo del cantero, su estructura corresponde a dos puntas opuestas aguzadas, curvas y provistas de un mango largo de madera. Se emplea para cavar, aflojar la tierra, remover piedras y escombros y prepararla para cavar en ella con la Pala. Simbólicamente nos enseña a separar del corazón lo negativo y destructivo, estos elementos indeseables ciertamente corresponden a malos pensamientos y presiones del mundo material que se anidan en nuestro Santo Sanctórum.
La Pala, es una herramienta compuesta por una estructura generalmente de hierro resistente para extraer material y trasladar material para su acumulación y retiro posterior. Simbólicamente nos enseña a remover el escombro de las pasiones y preocupaciones, preparándonos, para que nuevos materiales de construcción permitan ubicar estructuras que posibiliten recibir nuevas verdades y enseñanzas.
La Palanca, por otro lado, es una herramienta muy resistente que se usa para hacer palancas, remover grandes pesos o estructuras empotradas. También permite deshacer superficies de gran dureza, enseñándonos simbólicamente a comprobar y reemplazar partes de nuestro templo individuales, cometido que debemos ejecutar con prudencia, fortaleza, justicia y templanza.
La enseñanza e interpretación de las herramientas del Real Arco, es extremadamente concreta y simple: se trata de una invitación directa al C. Real Arco a tener la capacidad de reconstruirse constantemente, ya que siempre seremos capaces de descubrir en nosotros estructuras faltantes o mejor aún, estructuras desconocidas.
Para tal efecto, en ese pretendido camino de perfeccionamiento, siempre debemos deshacer estructuras obsoletas corroídas por el tiempo (pico), limpiar escombros (pala) y poner a prueba constantemente nuestra construcción (palanca). De ahí se nos da la alegoría de un templo en ruinas cubierto por escombros.
E.M.S.Y.